Debido a la importante crisis económica internacional que afecta a todo el mundo, especialmente a España, las grandes potencias han decidido celebrar una reunión el día 15 de Noviembre en Washington para tratar de encontrar soluciones conjuntas al problema.
Sin embargo, lo más llamativo es que, pese a ser uno de los países más afectados, España no está invitada a esa importante cita internacional, lo cual no deja de ser preocupante.
Cabe preguntarse las causas que han llevado a esta situación, y entre ellas, podemos destacar las siguientes: la falta de respeto del Presidente del Gobierno con el país anfitrión, cuando en un desfile no se levantó ante el paso de la bandera estadounidense; los constantes ataques hacia ese país proferidos, durante el período de mandato socialista, por distintos Ministros y miembros del PSOE; el abandono de misiones militares sin previo aviso dejando a nuestros aliados en situaciones realmente calamitosas; o el constante coqueteo con regímenes nada democráticos como los que hoy en día existen en Cuba o Venezuela. Simplemente con observar estos acontecimientos podemos deducir que la posición internacional de España en estos años de socialismo ha empeorado respecto a etapas anteriores.
Esas circunstancias y otras aquí no comentadas, nos han llevado a esta situación y, si nada lo remedia, la ausencia a esa reunión se producirá irremisiblemente, cosa que, por cierto, no va a favorecer ni a nuestro país ni a los ciudadanos que vemos, una vez más, la incapacidad del Gobierno para situar a España en el lugar que le debe corresponder y su falta de responsabilidad, que se manifiesta en su política de no tomar medidas que acaben con una situación, que por desgracia, tiene visos de estar en sus inicios y cuyas consecuencias aún son imprevisibles.
Sin embargo, lo más llamativo es que, pese a ser uno de los países más afectados, España no está invitada a esa importante cita internacional, lo cual no deja de ser preocupante.
Cabe preguntarse las causas que han llevado a esta situación, y entre ellas, podemos destacar las siguientes: la falta de respeto del Presidente del Gobierno con el país anfitrión, cuando en un desfile no se levantó ante el paso de la bandera estadounidense; los constantes ataques hacia ese país proferidos, durante el período de mandato socialista, por distintos Ministros y miembros del PSOE; el abandono de misiones militares sin previo aviso dejando a nuestros aliados en situaciones realmente calamitosas; o el constante coqueteo con regímenes nada democráticos como los que hoy en día existen en Cuba o Venezuela. Simplemente con observar estos acontecimientos podemos deducir que la posición internacional de España en estos años de socialismo ha empeorado respecto a etapas anteriores.
Esas circunstancias y otras aquí no comentadas, nos han llevado a esta situación y, si nada lo remedia, la ausencia a esa reunión se producirá irremisiblemente, cosa que, por cierto, no va a favorecer ni a nuestro país ni a los ciudadanos que vemos, una vez más, la incapacidad del Gobierno para situar a España en el lugar que le debe corresponder y su falta de responsabilidad, que se manifiesta en su política de no tomar medidas que acaben con una situación, que por desgracia, tiene visos de estar en sus inicios y cuyas consecuencias aún son imprevisibles.