El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General de la ONU proclamó el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93).
Los Estados Miembros de Naciones Unidas, así como organizaciones intergubernamentales y ONGs, están llamados a observar este día a través de difusión de información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los migrantes, el intercambio de experiencias y la formulación de medidas para protegerlos.
Durante los últimos años han crecido enormemente los movimientos migratorios; casi 150 millones de personas viven fuera de sus países de nacimiento. En España, hemos podido comprobar cómo este fenómeno se ha incrementado durante los últimos años.
Causas como la diferencia de calidad de vida entre los países son las que llevan a las personas a abandonar su lugar de nacimiento para encontrar un futuro mejor.
En concreto, Madrid ha sido uno de los lugares españoles que más inmigrantes ha recibido durante los últimos años. A pesar de que nuestra Comunidad ha incrementado su población en cerca de un millón más de habitantes y a pesar de haber sufrido las políticas discriminatorias del Gobierno de Zapatero como ninguna otra Comunidad Autónoma, la labor de integración hacia estas personas ha sido magnífica.
No sólo ha contribuido de manera decisiva la capacidad económica de Madrid, decisiva para soportar un impacto económico de estas características (que, al fin y al cabo, es el resultado de años de trabajo de los madrileños) sino la propia actitud de los habitantes de nuestra Comunidad.
Los madrileños siempre nos hemos caracterizado por recibir verdaderamente “con los brazos abiertos” a todas las personas que, en busca de una vida mejor, han hecho lo posible, y, en ocasiones, lo imposible, para prosperar en la vida. Gente que ha hecho uno de los mayores sacrificios que puede hacer una persona, dejar atrás su familia, amigos y demás personas queridas. Gente que han conseguido mejorar su situación y que con su esfuerzo han mejorado también la calidad de vida de los propios madrileños que les acogieron.
Por ello, por pertenecer NNGG de Móstoles a uno de los municipios de mayor importancia de la Comunidad de Madrid, queremos unirnos a la celebración de este día.
Como madrileños jóvenes que somos no creemos en políticas nacionalistas trasnochadas que no son otra cosa que una forma más de xenofobia. Creemos en la igualdad de oportunidades y en el valor de las personas sin importarnos su lengua o cultura. Y, por ello, no sólo consideramos obvias las actitudes de respeto hacia cualquier migrante (ya sea emigrante o inmigrante) sino que reconocemos su capacidad de superación mayor que la del ciudadano medio. Capacidad que debe ser admirada y como no puede ser de otra manera, siendo nosotros jóvenes comprometidos, debemos transmitir esta admiración.